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Kenny Bräck: un rústico veloz
Tras
la primera competencia del año 2001 de la categoría C.A.R.T.,
disputada en el Parque Fundidora, Monterrey, Estado de Nuevo
León (México), quedó evidenciado que el porfiado piloto sueco
Kenny Bräck (Lola-Ford), dispuso en esa ocasión de un auto
escasamente neutro, ya que el mismo demostró tener una fuerte
tendencia a la subvirancia al “negociar” los numerosos
sectores lentos que presentó el mencionado circuito.-
Kenny Bräck en Monterrey.-
Asimismo, Bräck no demostró
en el día de la carrera una estabilidad emocional normal, acorde con
su experiencia y nivel; aunque con este actuar no fué totalmente fiel
a su conducta habitual, ya que debe tenerse en cuenta que durante todo
el fin de semana, los organizadores de la prueba, los principales
patrocinadores de cada escudería y la gente, agasajaron exagerada y
desmesuradamente a muchos pilotos, lo que naturalmente repercutió en
forma negativa en la performance de algunos de ellos, y Bräck no fue
la excepción.-
Esa también fue una de las razones principales por la que el
atormentado piloto local Adrián Fernández (Reynard-Honda) padeció un
verdadero calvario desde las mismas pruebas clasificatorias hasta la
competencia inclusive.-
La impetuosidad de Bräck, y su ansiedad, quedaron puestas de
manifiesto en varias oportunidades, especialmente cuando se lo vió
apremiado por el brasileño Cristiano Da Matta (Lola-Toyota), quien en
pocos meses ha madurado notablemente, lo que, ahunado a su tradicional
perfil bajo, y sobre todo al desarrollo de su máquina del equipo
Newman/Haas Racing, con un chasis que ya en 2000, con el
estadounidense Michael Andretti siempre fué del lote de los autos de
punta, (más allá del reemplazo del motor Ford que utilizaron en ese
año por el nuevo Toyota que usan este año), lo convierte desde el
vamos, en uno de los más serios candidatos para obtener el título del
C.A.R.T. de la presente temporada.- Pero observando el estilo
conductivo de Bräck, no es de ninguna manera descabellado compararlo
con su desaparecido compatriota Ronnie Peterson, quien a través de los
años, en toda su trayectoria en la Fórmula 1, sentó muy bien las bases
para que algún audaz piloto aprenda de él y lo imite en su tan
destacado andar.-
Ciertamente sería magnífico poder contar con Bräck como piloto titular
de un buen equipo de Fórmula 1.-
Cabe aclarar y destacar que a Bräck le falta pulir en cierta medida su
estilo de conducir, el cual aún es un tanto rudimentario y rústico, lo
que se hace más evidente en circuitos trabados.-
El veloz Bräck posee las dotes necesarias para transformarse a mediano
plazo en un piloto muy destacado en el C.A.R.T., pero todavía le
juegan “malas pasadas” su carácter y su temperamento, los cuales,
mientras corre, se asemejan más a las características del ser latino;
pese a que tras su imagen aparente todo lo contrario.-
De todas maneras, al nuevo circuito de la ciudad de Monterrey no se lo
debe tomar como un parámetro indefectible.-
 Tal
circuito es ciertamente lento y algo atípico para la categoría,
(exceptuando a los trazados callejeros que conforman el calendario
anual del C.A.R.T.), ya que tiene escasos 3,387 Km., la velocidad
máxima a la que se circula es de 290 Km/h, y la mínima de 60 Km/h; con
una Fuerza Lateral Máxima de 2,5 G, y un promedio de 35-40 cambios
efectuados por vuelta, lo que secundariamente también mermó el
rendimiento de un Bräck acostumbrado a trabajar en pistas muy veloces
y en óvalos.-
Para ser más preciso, en Indianápolis, -el cual es un rectángulo con
vértices redondeados-, en donde Bräck triunfó en 1999, y le impidieron
correr en 2000 por una cláusula impuesta en su contrato por parte de
su equipo del C.A.R.T., el Team Rahal.-
Kenny
Bräck
Kenny
Bräck durante las 500 Millas de Indianápolis en 1999.-
Bräck es poseedor de una sobrada capacidad para aprender de los
errores propios y ajenos; por lo tanto, sin ninguna duda deberá
recordar los momentos negativos y claves del G.P. de Monterrey; tras
lo cual no cabe duda que podrá cobrar mucha más confianza y no
perderle pisada a ciertos rivales que con menos condiciones que él,
curiosamente triunfan y trascienden más.-
Ricardo Gabriel D'Annunzio
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al autor.
Este escrito fue publicado en diversos Sitios Web en el año 2001.-
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